Siempre tenemos en mente que existen dos tipos de actitud que diferencian a las personas. En primer lugar, la manera en que enfrentan los retos, obstáculos y problemas de la vida, en segundo lugar, su capacidad de desarrollar un dominio correcto de sus emociones.
De manera similar sucede con el tipo de pensamientos. Por un lado, están las personas con una mentalidad positiva, y por otro, aquellos con mentalidad negativa.
A simple vista, no parecen muy diferentes. Sin embargo, la realidad es otra. Tener una mentalidad positiva te abre las puertas al éxito. Se trata de una mentalidad sana que te convierte en una persona proactiva, positiva y altamente eficaz.
En cambio, las personas con mentalidad negativa difícilmente pueden lograr sus metas. Se convierten en una especie de auto-saboteadores que no permiten ver la vida desde otra perspectiva.


No obstante, es posible mentalizarse positivamente. La clave, es la transformación del pensamiento desde la premisa “cambiar actitud negativa”. También, aplicar una serie de estrategias que te revelaremos a continuación.
¿Cómo transformar tu mente para 2022?
El 2022 está a la vuelta de la esquina. Por lo tanto, tal y como sucede con cada año nuevo, deseamos cosas nuevas en nuestras vidas. Desde un mejor cuerpo, una mejor actitud ante la vida, hasta un cambio de mentalidad.
La dificultad radica en que no es tan fácil como parece. De hecho, cambiar de mentalidad requiere de un trabajo profundo de reflexión que no se logra de la noche a la mañana. Al contrario, lleva tiempo y dependerá de cada persona y de su inteligencia emocional.
Puede que sea más difícil para algunas personas, o que lleve más tiempo para otras. Sin embargo, lo verdaderamente importante es que se logre.
Pero antes de revelar algunas estrategias que ayudarán a programar tu mente, es fundamental definir qué es reprogramar tu mente.
¿Cómo reprogramar el cerebro? Definiendo la reprogramación mental.
La reprogramación mental es un método que ayuda a cambiar nuestras creencias. Pero no todas las creencias, sino aquellas que no nos hacen bien.
Se trata de creencias que condicionan nuestras conductas y pensamientos de manera negativa. También, aquellas creencias tóxicas que nos hacen ver a cada error como una oportunidad para caer en depresión.
Por ejemplo, creencias que no nos dejan ver el lado positivo de cada situación adversa, pensamientos de tristeza, baja autoestima, ansiedad ante la vida y miedo constante a los cambios.
Este tipo de creencias se alojan en el subconsciente y nos programan hacia el fracaso. En consecuencia, nos convertiremos en personas que no creen en el éxito y que indefectiblemente, atraerán más y más fracasos a sus vidas.
Al contrario, las creencias positivas nos conducirán al éxito. Por ese motivo, cuando reprogramas tu mente, no hace falta modificarlas sino más bien, reforzarlas.
Hay algo muy importante en cuanto a las creencias. Primero, son el agente que nos permite entender y comprender la vida. Es decir, la manera en cómo comprendemos y asumimos la realidad está influenciado directamente por las creencias tanto positivas como negativas.


Y segundo, las creencias se crean en la infancia y nos acompañan hasta el resto de nuestras vidas adultas. Por ello, es muy importante que los niños crezcan en un ambiente sano, de valoración, comprensión y positivismo.
¿Por qué? Porque los primeros gestores de nuestras creencias mentales son los referentes adultos que nos rodean cuando somos niños.
Desde los padres, abuelos, profesores, cuidadores, hasta compañeros de clase, vecinos, y familia en general. Todos son referentes de las creencias de un niño.
Ciertamente con el paso de los años, los referentes serán nuestras parejas, amigos de adultos y las situaciones de la vida. Pero desde pequeños, los referentes serán nuestro entorno más cercano.
Por esta razón es sumamente importante crecer en un ambiente sano. No solamente desde niños, sino de adultos también. En pocas palabras, que el entorno esté rodeado de personas que construyan y no destruyan.
A pesar de que las creencias están arraigadas desde la infancia, es posible reprogramarlas en la vida adulta. Para ello, hay que comenzar a trabajar la teoría “reprograma tu subconsciente” para que el trabajo pueda ser efectivo.
¿Por dónde debemos empezar a reprogramar la mente?
Si quieres cambiar algo, cambia tú. Esto es lo primero que te dirá cualquier persona o incluso, es probable que también creas lo mismo.
La realidad, es que reprogramar la mente es mucho más que ese deseo de “quiero cambiar”. También, el trabajo de reprogramación va más allá de una actitud mental esperanzadora, aplicar técnicas para pensar correctamente, o algunos tips para mantener la mente positiva.
Para comenzar a reprogramar la mente debes comenzar por tus emociones y subconsciente. Una de las formas más fáciles es identificar las emociones que has experimentado durante el día.
¿Con qué estado de ánimo te despiertas y con cuál te duermes?, ¿cuáles son las primeras emociones que invaden tu mente cuando estás en el trabajo o con tu pareja?
Comenzar por este tipo de preguntas y distinguir entre cada una de ellas es fundamental para saber cómo reprogramar tu mente. Del mismo modo, también debes saber la diferencia entre mente y cerebro.
Por un lado, la mente es todo aquello que tú le ordenas. Todo lo que da forma a tus pensamientos, los ordena y dirige. En cambio, el cerebro es el órgano vital que nos ayuda a que nuestro organismo funcione correctamente.
Por supuesto, hay quienes te dirán “programa tu cerebro para aprender”. Esto no está del todo mal, porque al reprogramar tu mente, podrás reprogramar el cerebro para que aprenda correctamente.
Pero, lo que realmente debes reprogramar es tu mente. Esto es lo que te permitirá identificar aquello que debes eliminar y aquello que no.
En conclusión, luego de hacer el balance de tus emociones al final del día y de responder a las preguntas que te indicamos, si las emociones positivas son la mayoría, no tienes nada que reprogramar.


Solo bastará con que estés atento si llegan a cambiar de situación. Es decir, si se vuelven negativas por alguna u otra razón.
En cambio, si el balance que hiciste arrojó resultados negativos, debes hacer un trabajo de reprogramación. En otras palabras, si las emociones predominantes fueron culpa, frustración, ansiedad o falta de autoestima, solo por mencionar algunas, debes tomarte en serio tu trabajo de reprogramar la mente.
Recuerda, somos lo que pensamos. El poder de la mente es tal, que es capaz de enfermarnos y curarnos. Es más, es como si el subconsciente transformara en materia todos nuestros pensamientos.
Nunca es tarde para cambiar tu estilo de vida. Al hacer esto, te cambia la vida. Personas que cambiaron su vida para bien, comenzaron por reprogramar su mente. Educa tu mente y el éxito estará a pocos pasos de ti.


Estrategias para transformar tu mente en 2022.
Piensa en la persona que quieres ser. Pero no solamente con miras al próximo año, sino en lo que deseas convertirte para siempre.
Luego, pon en práctica estas estrategias que te ayudarán a reprogramar tu mente de manera eficaz y sencilla:
1. Escribe absolutamente todos tus pensamientos.
Esa teoría absolutista de “mantener la mente positiva” sin ir más allá, es completamente falsa. De hecho, muchos psicólogos recomiendan siempre mantener un equilibrio entre los pensamientos positivos y negativos, reconociendo y aceptando cada uno de ellos.
Para lograr este equilibrio escribe todos tus pensamientos. Desde los más negativos, hasta los más positivos.
Comienza por los más recurrentes y luego vas agregando hasta tomar en cuenta el resto. Plasmar todo esto en papel te ayudará a calmar tu mente y aclarar para poder comenzar a reprogramar.
Es muy cuesta arriba reprogramar tu mente con tantos pensamientos rondando tu cabeza. El motivo es que están conectados unos con otros y van más rápido que la velocidad de la luz.
Por ese motivo necesitas extraerlos de tu mente y plasmarlos en una hoja de papel. De esta manera, podrás ver todo lo que está en tu mente y comenzar a trabajar dando prioridad a los más negativos.
El objetivo de también escribir los positivos es ver el escenario contrario de todo lo negativo. Por último, te recomendamos hacer este ejercicio al menos una vez por semana para que de esta forma, todas esas ideas de tu mente, se tranquilicen.
2. Busca las pruebas de todo.
No te quedes con el pensamiento negativo como tal, busca pruebas. Es decir, busca los hechos y pruebas que demuestren que el pensamiento negativo, es real.
Luego, escribe el pensamiento positivo contrario a ese pensamiento negativo. Acá se relaciona con el punto anterior. La intención, es que encuentres al menos tres hechos de que ese nuevo pensamiento, es verdad.
Por ejemplo, tenemos este pensamiento negativo “la felicidad no existe”. ¿Una prueba que lo fundamente? Hay mucha gente triste y amargada a tu alrededor. ¿Un pensamiento positivo contrario a esta realidad? La felicidad sí existe. ¿Una prueba que lo fundamente? El encargado de la tienda de la esquina, siempre tiene una sonrisa y está feliz.
Seguidamente te darás cuenta que ambos pensamientos son reales. Pero, aun así, lo importante es ¿en cuál crees? ¿cuál eliges?
Suaviza cualquier pensamiento absolutista con pruebas y hechos y plantea una nueva conclusión. Por último, elige en cuál creer.
3. Busca la distorsión de cada uno de tus pensamientos.
El poder de una mente positiva radica en saber distinguir las estrategias que tiene la mente para distorsionar la información. Desde las que recibe del interior, hasta las que recibe del exterior.
Por lo tanto, lo que debes hacer para encontrar la distorsión y evitar que te afecte es escribir todas, o al menos la mayoría.
Algunos ejemplos podrían ser:
– Las totalizaciones: todo, nada, nadie, siempre, nunca, blanco o negro.
– Las generalizaciones: de todo hecho aislado generalizas hacia toda una realidad.
– Inferencias arbitrarias: estas son las conclusiones a las que llegas simplemente porque así lo crees.
– La anticipación al futuro: es simplemente estar seguro de lo que sucederá mañana.
– Leer el pensamiento: saber y estar seguro de lo que los demás piensan de ti.
– Tomarse todo personal: pensar y creer que las acciones de las personas de tu entorno tienen que ver contigo o giran alrededor de ti.
– Sentimientos de culpa: es culparse o culpar a otros en lugar de asumir la responsabilidad.
– Exageración: es magnificar, minimizar o desproporcionar todos los hechos de su realidad original.
– Razonamiento a partir de emociones: a partir de algo que sientes, llegas a la conclusión de que es así en la realidad.
– Los deberías: todo pensamiento de “debo de”, “debería”, “no debería”.
– Etiquetas: dar por sentado un rasgo de la persona en base a sus acciones.
– Eliminar lo positivo: es enfocarse solamente en lo que sale mal.
De esta forma, descubres si existe alguna distorsión que tu mente está haciendo. En consecuencia, podrás desmentir todas las falacias, trampas y mentiras que hace tu mente y comenzar a reprogramar para pensar positivamente.
4. Crea una nueva realidad a partir de llevar todo a la acción.
Esta es una de las estrategias más efectivas para reprogramar tu mente. Porque de motivo, te ayudará a ver la realidad de una manera diferente y a comenzar a experimentarla por cada acción que lleves a cabo.
Recuerda, para cambiar un pensamiento negativo, debes invertir el proceso de creación de una nueva realidad. Es más, el proceso es el siguiente: pensamiento – palabra – acción.
Mira este ejemplo, primero piensas “me siento mal.”. Luego afirmas “hoy no saldré porque me siento mal”. Por último, actúas.
Por consiguiente, debes invertir este proceso para lograr una reprogramación de la mente.
Siguiendo con el mismo ejemplo, al invertir la realidad sería “si me siento bien, ¿qué haría?, luego piensas “voy a salir” mientras lo dices y repites constantemente, y, por último, llega la acción, que en este caso es que terminas por salir de tu casa.
5. Activa las afirmaciones positivas.
Esta es la última parte de las estrategias para reprogramar tu mente. Pero no por eso es la menos importante, más bien, es donde el trabajo de reprogramación tendrá protagonismo.
Estas afirmaciones son las frases que dices en voz alta. Pero no se trata de expresarlas por expresarlas, al contrario, debes impregnarle sentimiento y emoción.
Sobre todo, la emoción. Que, al decirlas, las sientas como reales, como verdad. Puedes hacerlas en la noche mientras te relajas y concentras en tu respiración y en soltar cualquier tensión.
Para finalizar, es posible transformar tu mente para el 2022 y para el resto de tu vida. Solamente debes comprometerte en reprogramar tus pensamientos y en poner en práctica estas estrategias para que tu vida se convierta en un escenario de positivismo, plenitud y éxito.