Ser disciplinado es uno de los mejores hábitos que una persona puede aplicar en su vida. Primero, te convierte en un individuo propenso a resultados positivos en todas sus acciones cotidianas, profesionales, y laborales.
Segundo, te permite llevar a cabo tu plan de acción y, en consecuencia, podrás alcanzar metas inimaginables. Desde las más pequeñas, hasta las más difíciles, podrás cumplir tus metas si te propones a aplicar la disciplina en todos los ámbitos de tu vida.
Por supuesto, como todo, la disciplina en exceso no es positiva. Al contrario, te puede convertir en un sujeto cuadriculado, rígido y absolutamente nada espontáneo. La clave radica en desarrollar la disciplina como estilo de vida y permitir la adaptación. Es decir, ser disciplinados, pero sin necesidad de caer en la rigidez extrema.
También, en verla como un vehículo que nos llevará a la consecución de metas y objetivos a través de la planificación, organización y la claridad en lo que se desea lograr. La importancia de la disciplina se basa en la cantidad de ventajas que nos ofrece. ¿Quieres conocer cuáles son esos beneficios y ventajas? En las próximas líneas te lo contaremos.
Beneficios de ser disciplinado
Veamos el siguiente ejemplo: llega el día lunes, son las siete de la mañana, suena el despertador y no te apetece levantarte a esa hora para hacer actividades físicas que ya habías planificado una semana antes.
Sin embargo, tomas la decisión de ir a hacer ejercicios porque ya te has comprometido. O simplemente, sin pensarlo dos veces, te paras de la cama con una fuerza de voluntad increíble, capaz de vencer cualquier atisbo de procrastinación, pereza o apatía.
¿Por qué crees que pasa esto? Sencillo, porque no has tenido la disciplina suficiente para cumplir con lo que te prometiste.
La disciplina es esa fuerza interior que te permite llevar todo a la acción. Es más, disciplina y transformación son dos adjetivos que siempre van tomados de la mano. El motivo, es que ser disciplinado es transformarse en alguien proactivo. Es cambiar viejos patrones y sustituirlos por nuevos y mejores hábitos. En consecuencia, te conviertes en la mejor versión de ti mismo.
La disciplina y éxito también trabajan en paralelo. ¿Por qué? Porque mientras eres más disciplinado, mayores serán las probabilidades de que alcances el éxito en cualquier área de tu vida.
En otro orden de ideas, la disciplina es la acción que viene luego de la decisión que has tomado. Como resultado, abandonas el placer momentáneo en función de lograr algo mucho más valioso y determinante en tu vida.
¿Cuáles son los 5 beneficios más importantes que aporta la disciplina?
La disciplina aporta no uno, ni cinco, ni veinte, sino numerosos beneficios que te ayudarán a ser una mejor persona. Ser disciplinado, te deja un sabor más dulce que el más delicioso aperitivo fuera de tu dieta, en caso de que estés bajo un régimen alimenticio.
Te deja una satisfacción superior que quedarte dormido en lugar de atender los deberes pendientes. O volviendo al ejemplo anterior de hacer ejercicios, al tener disciplina, saldrás de tu cama con la convicción de lograr una pequeña meta que te habías propuesto.
Todo esto y más, lo aporta la disciplina. Además, también te permite:
1. Consolidar buenos hábitos
Uno de los beneficios más importantes de la disciplina es que te convierte en una persona de buenos hábitos. Ciertamente los primeros días te costará un poco decir no a un momento tentador, no obstante, conforme vas repitiendo la acción día tras día, llega a convertirse en un buen hábito.
Además, con esto desarrollas una gran fuerza de voluntad, que es uno de los pasos para ser más disciplinado y en donde la mayoría de las personas falla. De manera que, la ganancia, es doble.
Cuando logras consolidar buenos hábitos a través de la disciplina, llegará un momento en el que haces lo que tienes que hacer de manera automática. Es decir, sin pensarlo dos veces. En consecuencia, podrás lograr cultivar la disciplina fácilmente en los demás aspectos de tu vida.
2. Logras eficazmente todos tus objetivos.
La disciplina es el equivalente a cumplir metas. O al menos que aumentes tus probabilidades de alcanzar, aunque sea una meta.
Recuerda que mientras más consciente seas de que la disciplina debes aplicarla en todas las acciones cotidianas, mayores serán las probabilidades de lograr cualquier objetivo que te propongas.
Es más, cuando eres disciplinado, no solo te haces más propenso a cumplir metas, sino que, además, lo haces de manera eficaz. En otras palabras, te vuelves una persona sumamente capaz de llevar a la acción lo necesario para alcanzar tu objetivo.
3. Optimizas todas las áreas de tu vida
Uno de los hábitos de disciplina más relevantes es que no solo un aspecto de tu vida se beneficia, sino varios o incluso todos.
Cuando comienzas a ver resultados positivos en un escenario lo repites en el resto. Por ejemplo, cuando logras ser disciplinado y productivo en lo profesional, es probable que emplees esta misma eficacia con otros objetivos que te propongas.
Seguidamente aplicas el mismo patrón en lo laboral, emocional, familiar y hasta con tus amistades y relaciones. En suma, ser disciplinado en un área, implica serlo en las demás también.
4. Aumentas tu autoestima
Está comprobado científicamente, que, cuando se cumple con la disciplina, las personas experimentan satisfacción, tranquilidad y plenitud. Además, queda la felicidad de haber puesto a un lado las excusas y llevar a cabo eso que ha costado tanto esfuerzo.
Por consiguiente, la autoestima se refuerza. Si todavía tienes dudas, solo piensa en la última vez que experimentaste esa sensación de plenitud de haber cumplido con lo establecido.
También, piensa en esa última vez que triunfaste sobre las mil y un tentaciones y tomaste la fuerza de voluntad necesaria para hacer lo más difícil. ¿Cómo te sentiste contigo mismo en esos momentos?
Recuerda que al igual que la autoestima, la disciplina se aprende. Una de las mejores maneras es repitiendo esos patrones positivos que te dejaron esa sensación de satisfacción y plenitud, increíbles.
5. Te conviertes en fuente de inspiración para los demás
Cuando eres disciplinado, automáticamente tu entorno se convierte en testigo de esa actitud. Es por ello que te conviertes en un modelo a seguir y en fuente de inspiración.
También, te vuelves en esa persona que los contagia de entusiasmo cada vez que duden de ellos mismos o desistan de luchar por lo que anhelan.
No importa cualquiera de los tipos de disciplina que desarrolles en tu vida, siempre serás un ejemplo a seguir para tu entorno más cercano.
Practica la disciplina en toda tu vida y tendrás el éxito asegurado. Ten en cuenta estos beneficios cada vez que dudes y no pierdas el foco en cada uno de los objetivos que te plantees. De esta manera, obtienes el mejor provecho que te puede brindar la disciplina: la constancia y el compromiso.
